Muy
lejos, desde la noche misma
desde el
despeñadero en el metal del sueño
una voz
viste esta soledad sin cansancio
y abraza
los árboles del patio y aparece de música
pone
chocolate caliente y sombreros a la imagen
es
milagro en sus dos caras de pausa.
No he
dormido esperándote
o tal
vez entre mucho dormitar me descubre tu figura
me tocan
esas llamas que te decoran desnuda
cubriendo
esa cabriola luminosa del cielo
como un
lenguaje de paz todavía sordo para el hombre
todavía
Dios en la terca isla de la tierra.
¿Sabes?
En el
alma una herida se ha quedado muriendo
en los
labios nombres picados transitan luces degolladas
como si
fuera un pecado forajido en su propia sombra;
todo lo
he pedido, incluso pasajeros de miedo,
o un
rosario de madre que acaricie el tiempo que me fatiga.
Epifanía
sé que
tienes un recuerdo de mí;
algún
baño en la infancia o una noche en mis juguetes
o aquel
dibujo con la caravana hacia la estrella de Belén
silencio
o fantasía,
voy a
entrelazar las manos
buscaré
a mi niño, largamente perdido
dejaré
la puerta suavemente abierta para que llegues
y un
poco de mirra imaginándote
como una
vieja canción de soledad.
Marioantonio
Rosa.© 2015
¡FELIZ DÍA DE REYES!
¡FELIZ DÍA DE REYES!
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