domingo, 29 de junio de 2014

YO SOY OBRERO



Me llamo Juan, Luis, Pablo, Carlos,
mi apellido por ancestro, es la voz que va secándose en los árboles,
mis manos son una multitud, de ahí amanece el día,
o se hace para mis ojos el calendario más descalzo,...

donde los meses tienen una sola estación de lucha

y nunca llueve, por soledad.

Me puedo llamar Pedro, José, Miguel, diga usted cuál desea,
mis ropas pueden ser de celador, artesano, carpintero,
mis pisadas de albañil o secretaria, de plomero o de herrero
o el jardinero que siempre está en paz bajo el signo de la tierra.
Mi calle es limpia, llena de niños y pan iluminado,
no amo burguesías, amo mucho más a la mujer y al hombre libre,
que no rinde su razón por el dinero, y siempre sabe mirar a los ojos,
o al menos mirar hacia el cielo

intentando hacerse ciudadano de los pájaros,
en la ilusión del segundo.

Me llamo pueblo, marcha, historia, grito, escoja usted, Gobernador,
mire usted que llego al balcón de su palacio, sin otra arma que mi alma,
sin otra espada que esta palabra de la verdad y la justicia,
sin otro fuego que estos pasos miles, estos rostros miles,
en una luz innumerable que irá entrando a su casa, tocando a sus asesores,
sentándose al café con sus senadores, una luz contra el silencio,

le aseguro que no regresará la noche a palacio,
porque si en su verbo, en su oficina, en la fiesta a sus condiscípulos,
se olvidaron de que un pueblo es unigénito del alba

YO SOY OBRERO,
yo, somos Eva, William, José, Marieli, Ana, Abel o Marta, Ignacio o Marioantonio,
Jesús, Martin, el barbero o el hijo de la calle,
diga usted el nombre que quiera, solo tendrá luz, magnífica y plural
horario de revolución, poesía y cultura,

mejor aún,

VICTORIA.

Marioantonio Rosa.© 2014

viernes, 27 de junio de 2014

POR LAS REDES


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No sé que hago en este gran abismo azul,
en esta arbolada de marejadas en belleza de nadie;
amanece, conmigo en el respiro, simplemente,
lejos de la tierra y sus heridas, soy único hombre en el océano...


como un hondero en el silencio de la gran captura.

Las nasas son nombres,
pecados, vitalidad de muerte, vitalidad de sangre;
las nasas pueden ser una imaginación sonámbula
que va en sonido vertical hacia una canción de cuna
o puede, como yo, llorarse al oleaje,
pero no deseo que el cuerpo mar se haga ruptura de esta voz,
prefiero las roncas palabras de la sombra que me hace continuar,

el perfil sereno de los náufragos.

De la tierra recuerdo poco,
un geranio, una plaza de cuchillos, un torso contra el sol,
la taza de ron regada bajo otras luces,
que no dejan de apagarse en la oración decapitada de los tristes,
ah, y la ciudad, con su orbe de hojalata,
su matiz de incienso torcido entre los ojos dormidos

y un poco de mujer, y una mancha del infinito en el mantel.

No pienso más,
esto que se escribe es el alma que se va contra los hombres,
es el alma, acaso prendida al fuego de los templos,
es el alma con valijas de nubes blancas,

es mi alma en todo,
o en nada.

Marioantonio Rosa.© 2014

viernes, 20 de junio de 2014

BALADA DEL TREN VESPERTINO











(Recado a Federico García Lorca)
a Francisco Vaquero Sánchez y Chema Cotarelo Rodil,
en el eterno abrazo

´

Un tren donde me mires,
en negrura de tus ojos, solamente así, invisibles,
la sonrisa de media luna en arenisca,
la frente como esa brizna sin enemigos de la magia
el saludo de tu sombra a la barranca
la muerte que no tuviste y el otro toro de la muerte 
traspasado con los cuchillos de Ignacio
el río de pañuelos que levanta esa antorcha
donde nos alumbramos, y paso roto del amor,

el pasillo que repite tu fragua y tu columna.

Poeta fuiste,
más que toda alba donde se miraba la sangre
podría ser en ti, la caída en la guitarra
el orden en la figura de una letra, beso y Adviento,
pregunta de soledad por los arcos fríos,
tu lamento con mi lamento por el agua, espejos,
ay espejos de la herida, ¿dónde? ¿quién llama? 

Fresca sombra, arbolada,
te voy mirando en este tren donde me miras,
hijo de tus manos, hombre de tu alma
poeta mío, que fue más del mundo,
en esa faja donde el gitano guarda la canela
justamente hasta el puñado de mar pequeña
una vida se me termina y te recito,
de otras vidas vengo contigo en el amargo 
luna y nada más, semblante desprendido

bello cuerpo de marinero vacío por el miedo,
bello cuerpo hembra de plata, arriba las campanas
huele a caballo de voz, hombre e hijo, hay silencio

tren ya de tu mirada que no mira

mejor aún, despierta.

Marioantonio Rosa.© 2014

miércoles, 11 de junio de 2014

LA FLOR DEL DURAZNO













Rendida, la flor del durazno,
parecida a esta balada que se rompre dulce
al agua melancolía, a los pecados suaves

y el paso de la lámpara hacia lo oscuro.

Una vez, siendo un niño perdido
me habitaba los ojos con su soledad
y esa distancia noble de su esplendor

hizo este silencio
con el que desnudo todas las cosas vivas.

En el traje de los viajes
sin nombre caminaba desde sus ecos;
estaba el alma, la que todavía busco
y un sabor de ciudad hacia mi sangre nueva.

Me hice hombre,
y la corteza donde brota su jauría
me hizo ver alguna vez, la espalda de la lluvia
como un cuerpo despertando,
y luego en esas heridas otra voz me maduraba

ese umbral donde acaba el sol, entre las manos.

La he vuelto a ver,
en su corona simple, y su aire ligero
y el alma me regresa, como este fuego sencillo

donde reina la pregunta.

Perdona amigo, que en este poema
no exista otra cosa que ella,

todo se me olvida, ruido, nombres,
malas palabras, otra buenas palabras viejas,

y se quede solamente esta imagen

donde nunca se regresa.

Marioantonio Rosa.© 2014

viernes, 6 de junio de 2014

PAISAJE O ALMA



En la carretera un silencio
un arpa de hojas, alguien que se siente y solo es sombra;
esa lejanía desconocida sin transeúntes
esa voz de luz, indescriptible de todo.
El subir quebrado y perfilado de los robles secos
como el rostro de un patriarca dormido
la ausencia del agua, y lo que la imaginación duerme

como un corazón, a mapa de muchos ojos.

Miro al silencio,
toco el silencio y es el aire en panderos vivos
chasquea en los dedos sus auras nocturnas
se suben a la frente, no avisan su vacío,
oh la voz de la luz me va naciendo lejos
o tú, paisaje, en esa cortadura tibia de tu cercanía
vas abriendo artesanos surcos de ecos,
y nadie te ofrece, yo no te ofrezco, mis ojos se han ido,
contigo en otra noche sin encontrarnos,
alma y no sé qué cosa de tu desnudez, de tu valija,
donde siempre un eclipse guarda milagros

mientras voy en el auto, esta invasión solemne
se callando conmigo, todo es alma, en luces y desgarres,

o todo pudo pudo haber sido yo

lejos de la palabra.

Marioantonio Rosa.© 2014

martes, 3 de junio de 2014

MAR DE VERANO














el mar amarillo del verano
con su fuego mojado y sus pronombres
la sensación de soledad bajo morada
y una ola pequeña consolándose en los pies

el mar herido con el sol
las nasas que se extravían al escándalo de resplandores
y los peces de otras noches cierran el escalofrío

en el mar amarillo de una mujer desnuda,

el viento que llega ciego en sus cruzadas,
se va en extranjería y amanece en tu cara
con ese ropaje dulce de náufrago rendido
porque las barcarolas que perecen tienen dueños en el alma

quizás tu propia astronomía,

esta es una flaca canción del mar,
puede ser esa acuarela que intentaba pintarme arrepentido,
en ese abuso de quemarme marinero en tierra

y no mirar atrás,
imaginado por tu único amor

imaginado sin nada,

rebelde y tuyo.

Marioantonio Rosa.© 2014