martes, 26 de agosto de 2014

SEPTIEMBRE

 
 

 No te detengas todavía
no dejes de llover estas figuras tocadas con silencio
por nosotros no puede pasar el filo de las horas
ni el vértigo blanco que siempre hace los aguaceros del cuerpo...

mejor esta estación desnuda que nos derrota.

Ahora callados, con buen amor,
vamos mirando el rodeo e incendios de toda esta lluvia
hacemos una unción gemela contra toda geometría;
cada boca que usamos es otro diluvio descalzo y en miedo,
es un no decir el mundo, la calle, la ciudad,
ese trueno de hojas verdes casi posesas del aire

y la dulce rasgadura donde la noche rompe el brillo de sus habitaciones.

¿Será cierto que nos miramos?
Te he visto regresar borrándote las manos, la estela, la lámpara,
me despierto y se abre pura tu espalda como una embestida de ángel
que no encuentra posición contra el tiro del nuevo gemido
rota geografía de otro aguacero que nos va muriendo

hasta estar aquí, en uno, en todo, velero de los brazos.

Y no dejo de olvidar el calendario en un único mes
en un sol ronco de imaginaciones o pelícanos

como una caricatura sabrosa en tragaluces,
que se va llevando en olas

hacia nuestra lluvia.

Marioantonio Rosa.© 2014

sábado, 23 de agosto de 2014

PEQUEÑA ODA DE LOS HÉROES





(Contemplaciones a un discurso de José Mujica magno Presidente de Uruguay)

 
Con unas semillas de trigo
de silencio en tierra pura, de alabanza al rostro,
me hubiera gustado escucharte en la campiña desposeída
donde van a parar los poemas hijos de la tierra
donde el eco del hombre triste es amor al arcoiris
y esos niños desnudos, pobres,  ya soleados de ángeles
ponen en tu boca el arado y la justicia
y la madre en duermevela te revela la pureza
como si fueras mensajero contra el llanto y la sed

o quizás otra oración perdida por los labios.

Me hubiera gustado conversarme a tu figura
ir por la calles poniendo en las paredes cada letra de tus palabras
en el grafitti perseguido, en la música del incendio y el destierro;
lavar los pies a una pobreza que nos desgarra como patria.
Comer en silencio con el anciano olvidado
después, ir al mar y traerlo como canasta de prodigios,
pasar la tarde en la hamaca tachonada en soledad
y descubrirle una luna a los ciegos, echar las inundaciones
donde el milagro adquiere figura de lienzo y nos cobija,
como quisiera de tu discurso, una nana de salvación.

Pero la poesía solo me deja cantarte,

acercarme un poco a tu ánfora de esplendor
donde tejes geografía y prisma para los días
y el silencio tiene densas muertes que no se recuerdan
si vinieras a mi patria,
mi patria lluviosa, rasgada y sola
y disertaras en la mejor sala de los burgueses,
o los burgueses literarios que hacen listas de exclusión
o si saludaras con esperanza al obrero en su almuerzo,
dijeras que la política no es eliminar fondos a casas de albergue,
o le dijeras a los emporios, "La Naturaleza es Dios"
o echarte una cerveza junto a los desconsolados
los que el poeta debe escuchar como oficio en su escritura
ah mi admirado hombre de las naciones, somos nada,
y tu nos dices que los pueblos deben salvarse
deben nacer contra la noche sin memoria

 
 deben oficiarse contra el extravío.

 

Pero yo te canto en este canto tan disímil
por si después del tiempo,

 
nada queda por recorder.

 
Marioantonio Rosa.© 2014

 

martes, 19 de agosto de 2014

LOS DÍAS



Una canasta de frutas
desbordada de silencio y sin espejo
un autorretrato de Van Gogh donde el sol hace mucho tiempo se rompe
o las giraldas pequeñísimas que la luz imagina en los cuerpos
el café sonámbulo en el pasillo, la regata de pájaros,
o el oráculo inconcluso que el aire al caer deja contemplado

todo imanta y regresa.

Hoy me levanté callado,
en un orbe roto de antiguas noches
antiguos dedos me hicieron un sueño encarcelado
donde la edad de los ojos no me conocía
un vasto sabor de playa se llenaba en la memoria
¿dónde habré estado por toda esta noche?
¿quién fue aquél forastero que me trajo barcarolas?

Respondo a una felicidad descalza y simple,
natural, soleada entre cauces que solo queman himnos
por esta ventana el espacio pasa en su único siglo de visiones
pasa la mujer desnuda, las campanas, la enredadera,
y una soledad dulce y sin extraños camina sus ríos observándome

feliz y lejano voy amando todo,
y en tierra, no puede suceder otra cosa que abrazos

o los días,
demasiado libres con mi sombra.



Marioantonio Rosa.© 2014

viernes, 15 de agosto de 2014

DESPUÉS DE LLOVER


Pasa el aguacero:
parece que deja muchos de sus torsos regados en celajes,
y la rota entrada del sol los ilumina a soledad
la hierba lucha contra la piel de un destello desconocido

y a través de la ventana, el paisaje en su océano,
como el deseo, va encontrándose las ganas.

Hago círculos en tu espalda,
círculos leves, sin rostro o nubes;
beso tus hombros tibios y marítimos, soleados por el alma,
y llego al silencio del coxis,
donde se anuda el reino silvestre de la cintura.

Hablas bajito, como una nana tejiéndose,
hay una niña perdida en esa voz que apenas me alcanza
y me pierdo de mí, para llegar hasta su sed,
hago prender un río simple que la descubra.

Miramos el reloj,
ese reloj olvidado de las ciudades,
y esos rejones tibios donde los ojos arrasan su lenguaje
nos sirven a una nueva desnudez,
junto a otro de esos siglos donde acampan los gemidos,

Ahora,
la tarde hace caer sus colinas de ocaso,

y una taza de café, nos encuentra.

Marioantonio Rosa.© 2014

PLAZO DE ESPERA AL UNICORNIO



(ante el inolvidable tema "Unicornio Azul" de Silvio Rodríguez)

"Mi unicornio y yo
hicimos amistad,
un poco con amor,
un poco con verdad.
con su cuerno de añil
pescaba una canción,
saberla compartir
era su vocación..."

-Silvio Rodríguez

He escuchado su anuncio,
dice usted que ha perdido un unicornio
en un vuelo de calma y sombra
y hasta dice que desapareció, sin la palabra ausencia,
lo noto desesperado en sus cortas letras
debió significar tener el alma ocupada en un solo sueño
tener el cuerpo nombrado a la figura
y ese herraje que las noches con buena luna funden sin hablar

no debe ser fácil perder una visión,
un amor, un nombre, unos pechos frescos,
tan frescos hasta derramarse en arboladas
y la tibieza de la cama como una cruz en humo profano
entiendo señor Silvio, yo solo conozco su voz,
una voz de compañía y películas cegadoras con dulzura
y su guitarra color de lágrimas o almas repetidas en el espejo
créame que anoche, en luna grande, pude ver su unicornio,
casi no podía creerlo, seguía joven, vivaz y trasnochado,
como una amante desprendida del ritual de la captura
o un sencillo jarro de tulipanes en la mesa,
intenté acercarme hasta palpar su cuerpo de lloviznas
esa lozanía que solo la soledad destella sobre lo inmortal
en su grupa, unos labios de mujer me cantaban
o decían la última charca donde se abrazaron

pensé llamarle, decirle que ya no era azul,
que todos sus siglos irisaban el blanco mojado de los espacios,
y en sus ojos, su nombre, Silvio, es un pozo de tórtolas,
y un mapa en imaginación de fuego y agua,

disculpe que no lo haya llamado,
sucede que la poesía en su unicornio

tiene los mismos efectos,
de la desnudez lanzada a lo invisible.

Marioantonio Rosa.© 2014

lunes, 11 de agosto de 2014

RECADO A ROBIN WILLIAMS


Solamente un latido,
y que sea despacio como esta noche donde te vas
un latido bicentenario, o repetido sin tiempo,
un latido como cueva donde fundir la fogata
y leer poemas de Whitman, Keats, o la susurrada Emily Dickinson
un latido tuyo, como escalera a esa estrella de mar
donde se pierden de habitaciones tus ojos
una sonrisa puede ser, al doble de arcoris
o la voz torcida de Jonh Wayne en su revólver de sal

no sé si puedas hacer un milagro
para que los poetas seamos sociedades de amor
y nunca estemos muertos, o solos, o perdidos en un viento,
mira que no entiendo este desmayo que te ha llevado
como el silencio de un juglar de colores y metáforas...

dime algo,
donde nunca recordemos la muerte

un latido solamente
a tu rostro inmortal.

Marioantonio Rosa.© 2014

lunes, 4 de agosto de 2014

EL SONIDO DEL VACÍO


(ante una lectura del Dalai-Lama)

Estoy en el silencio
hay mariposas secas entrando a la luz
un aguacero repite su acto de desvestirse entre corrientes
camino por los bordes de mi propia sombra

nada parece existir

solo la luz al fondo
como buscando palabras nuevas.

Y al fondo el pez nublado de mis actos,
la infancia, tan perdida, que me hizo un eco
el retablo de atardeceres donde el miedo jugaba en su mansión de máscaras
y llegaba a mi cama hecho hombre, ser, camarada,
y la larga refriega del temblor, el himno para transitar la noche,

y el silencio, repito, a pesada inmensidad.

No hay forma, la forma es el vacío,
el vacío tiene la forma de mis rostros, vacío cercano,
el vacío tiene otra forma de hiedra y de murallas,
acabo de verme solo en aquella noche en Valladolid
donde se habían ido los trenes, y la espesura de la nada
era una mujer acariciando la frente, nómada y sin apellido

después fue un poema y luego nada.

He sido yo, soñaba dentro de este sonido,
sin mentira, sin verdad, sin conducción a la piel,
solo un vacío de hombre, hecho a mano, en un solo ojo,
escuchando como se escucha siempre la mocedad del silencio,

cuando nos roba derrotados, sin mirarlo,

hace un rodeo de pájaros, y nos habla.

Marioantonio Rosa.© 2014