ante una lectura de Patrizia Runfola "Praga en tiempos de Kafka"
Se me ocurre cerrar la mesa
otra vez como poeta invisible, y ver el viento,...
recienacido y de color cerveza
brotando desde todas las esquinas
y la mujer bella y lúgubre, con senos en mármol
retratada entre pasado y cosmogonía
tan pura cuando pasa por tu lado,
y te adivina.
Quiero palomas de sal,
y el circo de los mudos jugando contra el invierno,
con Zwaj, el titiritero del Golem
perdido en sus propios murmullos
sordo como un mar a media tarde, angosto de reinos,
genio desnudo de la soledad
o ese paseo entre cigarros de los nuevos poetas
la mesa que se llena de letras y asesina espacios
los dados sucios por la noche rasgada por los círculos
ese humo amigable de la buena ebriedad
y el sismo de las conversaciones agrietándose
como si retornase hasta mi propio sonido.
Y esta mañana que amanece sonámbula;
Kafka y Max Brood heridos por las imágenes
caminando sobre un barco de cenizas, acuarelas del minuto,
vecinos del mundo y vecinos de las páginas
niños héroes, ajenos al reptil,
retornando como este único ojo
que conmigo te encuentra y pregunta tu nombre
antes de huir, hacia la imaginación.
Marioantonio Rosa.© 2014
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