Me
gustaba tu visita
con esas
palabras de viento y jaspe
la
columna vertical de tus ojos
me
gustaba el sitio donde hablábamos
de libro
a libro, y de sueño a viaje
diría que
me hice algo de poeta
con solo
contemplar tus manos
escribiendo
tu carta al futuro
o
escribiéndonos el mundo.
Allí un
parque, Eduardo
delicioso
con tu voz cortada al verano
y algunos
pájaros a tu espalda
-siempre
soy la mala imagen del pájaro-
pero ¿qué
puedo decir de la inmensidad?
¿que
ronca navegación podría describirte y recordarme?
Son unos
cedros
haciendo
cartas de despedida
porque el
futuro es ese, despedir el mismo silencio,
solearse
las venas abiertas
a ver si
se atreve a sorprendernos un ángel
y nos
cambia la ciudad o el llanto.
Marioantonio
Rosa.© 2015
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