This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
viernes, 31 de agosto de 2012
SUDOR IV
'Yo no quiero más que una mano, una mano herida, si es posible.
Yo no quiero más que una mano, aunque pase mil noches sin lecho..."
-Federico García Lorca
Casida de la Mano Imposible
Tomé el elevador,
la noche conmigo estaba bajo tus ojos
hacía mucho tiempo,
como hacen los años frente a sus espejos
o la mano, ésta, la que besaste rota
tuve miedo de quedarme en tu cuerpo
sudar como un viento girando entre chacales
poder marcar el perdido mapa o los crisoles
saberme hombre entre los rejones que se aman
o quizás, el hundimiento.
Tu puerta estaba en mi memoria
tu ropa interior, el corte de perfume,
la mesa donde hubo un pulseo de palabras,
el rastro de vodka, y unas canciones de Nina Simone,
yo estaba allí con la noche, yo estaba con tus ojos,
lloré contigo la partida de una amiga
y me quedé contando un árbol en desencuentro,
llegó tu muslo, llegó tu vientre, llegaron las manos
y el sudor en el rostro era un palmo de secuestro,
ya confidente, puro como un paso rendido,
pero era yo, y eras tú, y la tempestad,
tres insomnes bellos,
o la película extranjera de un asedio.
Oye,
yo quiero la mano que besaste,
yo quiero el barco rojo del gemido
adivinar los próximos caracoles
que aprenderán la caída de mi cuerpo
yo quiero el clima amarillo de los tigres
la montada violenta, tuya, al primer salto de sol,
y caminar desnuda al vértigo del balcón
yo quiero algo en este lecho que he perdido,
y sudar adolescente,
otra vez,
al tomar el elevador.
Marioantonio Rosa.2012
Derechos Reservados.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario