todo empezó en Ucrania
en el sol de los arpones y las valijas,
tus padres emigrantes judíos,
es como decir la rueda que echa eterna la mirada
y llegan desde el silencio los senderos,
todo empieza porque no te has sido,
Juan,
nombre de página al molino
los ojos en cascadas de un celaje, la frente,
como la pendiente de la llovizna y el cristal
alma de poeta en grandes rejones de relámpagos,
Videla, no pudo robar tu sombra, ni tus poemas,
aunque de cerca, fue tu herida del vacío,
así fuiste naciendo en cada exilio,
Madrid, Managua, Nueva York, México
era para perderse tu cinturón de palabras,
realismo crítico, intimista, prestidigitador en la cotidianidad,
aunque gustabas que la poesía te trajera gaviotas errantes,
y los malabares del sueño y el templo de los periódicos,
todo sigue porque no te has ido,
déjame adivinar: encontraste una brújula,
y en ella, otra tierra sencilla desnudándose
pidiendo el peso de tu nombre, alargando tu abrigo,
asi como en tus poemas del Sydney West,
y fuiste a tomar un largo mate de anís estrellado,
inventado por tus dioses vencidos,
o quizás tu hijo perdido hizo la llamada,
y estabas en casa, leyendo un poema de Laforgue,
consultando otra vez la giralda del sueño
¿qué puedo decirme al escribirte?
Océanos,malvas, maternidad del espacio,
cosas que suceden porque no te has ido.
Marioantonio Rosa.© 2014
en el sol de los arpones y las valijas,
tus padres emigrantes judíos,
es como decir la rueda que echa eterna la mirada
y llegan desde el silencio los senderos,
todo empieza porque no te has sido,
Juan,
nombre de página al molino
los ojos en cascadas de un celaje, la frente,
como la pendiente de la llovizna y el cristal
alma de poeta en grandes rejones de relámpagos,
Videla, no pudo robar tu sombra, ni tus poemas,
aunque de cerca, fue tu herida del vacío,
así fuiste naciendo en cada exilio,
Madrid, Managua, Nueva York, México
era para perderse tu cinturón de palabras,
realismo crítico, intimista, prestidigitador en la cotidianidad,
aunque gustabas que la poesía te trajera gaviotas errantes,
y los malabares del sueño y el templo de los periódicos,
todo sigue porque no te has ido,
déjame adivinar: encontraste una brújula,
y en ella, otra tierra sencilla desnudándose
pidiendo el peso de tu nombre, alargando tu abrigo,
asi como en tus poemas del Sydney West,
y fuiste a tomar un largo mate de anís estrellado,
inventado por tus dioses vencidos,
o quizás tu hijo perdido hizo la llamada,
y estabas en casa, leyendo un poema de Laforgue,
consultando otra vez la giralda del sueño
¿qué puedo decirme al escribirte?
Océanos,malvas, maternidad del espacio,
cosas que suceden porque no te has ido.
Marioantonio Rosa.© 2014
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