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miércoles, 28 de mayo de 2014
BOINA GRIS
Boina gris, es el último pájaro que conozco,
que trae pedazos del alba hasta mi ventana y los picotea
como si estuvese adivinando un cuerpo para astros
o echándole el rostro a la hierba
viaja a contraluz con el aire del campo
es dueño de las cosas pequeñas para el mundo
no tiene amigos; solo esa mansedumbre del aire que escribe sus abrazos,
que llegan hasta algún latido del mar,
para que el milagro del vuelo prevalezca.
Día a día le he ido escribiendo este poema,
lejano de los hombres, y hecho a su idioma puro,
coloreado con los racimos de sus vuelos y cantos desvariados
a veces desnudo en rebeldía, semisoleado de visiones,
a veces como yo, de frente a la noche
olvidado del tiempo, casi fuera de mí, en navegación ciega,
hacia cualquier tránsito,
como él, llegando con la aurora,
dios contrariado y tierno,
hermoso en sus eclipses.
Marioantonio Rosa.© 2014
sábado, 24 de mayo de 2014
POEMA DE REBELIÓN PARA MAFALDA
(
En ocasión del Premio Príncipe de Asturias de Las Comunicaciones)
Joaquín Salvador Lavado,
el Quino de los titulares, en ese año de 1964
echaba el grafito en tu imagen
y te puso la voz de los obreros,los estudiantes y poetas,
te puso vestido de clase media
y el color risueño que siembra la batalla de los vientos,
antes de la cruzada o el olivo
te puso coro de tierra limpia y muchas banderas
para que no creyeras en la sombra de los extraños
te puso insomnio para que te alimentaras de vigilias
desde Plaza de Mayo, o el ventarrón de Las Malvinas
la inavasión de Panamá, o el linchamiento de Irak
te puso de frente a la policía, los cuadrantes asesinos,
caminaste en medio de los interrrogatorios rojos,
lloraste las balas contra Andulfo Romero
en la Homilia estrujada en sangre de silencios
la despavorida unción de los ángeles heridos
ah Mafalda, estabas en mi sala
con la sorna que violaba a Augusto Pinochet
en ese dibujo lejos del tiempo, y el pensamiento
"Este es el palito de abollar ideologías"
y con esa picana en la mano echabas fuera al mundo
los evangelios cansados, y los discursos del método
Mafalda, como el árbol de simientes, nos hablabas.
Hoy te han conferido un premio,
Quino se tomará una cerveza o calentará mate
se pondrá las pantuflas, volverá a encontrarse con Nicanor Parra
abrirá el balcón manchado de tulipanes
eres esa famillia inolvidable
de todos los hogares, fríos y costumbres
tujeras de sol, o cartelera de libertades
eres la función perfecta de la conciencia,
la que necesita mi patria
cuando vuelva a levantarse.
Marioantonio Rosa.© 2014
martes, 13 de mayo de 2014
CONVERSACIÓN
Vemos desde aquí el aire,
vestido en un mosaico leve de pájaros
cansado de los amarillos de la mañana,
vemos desde nuestra voz una saeta de sonidos
y nubes con nuevas soledades.
Hablamos,
no hay velocidad en el trasiego de las palabras
no hay un beso de abandono,
solo el celaje de tu voz contra mi voz
entre alborada, alfileres o frío,
y los ojos, despacio, se cruzan en lenta esgrima
buscando los desnudos que se han marchado
por esa quieta vorágine,
ha sucedido nuestra piel, ahora en agua de vigilia,
ha sucedido una nieve pequeña en nuestro reloj de arena
un periódico perdido con algo más que perfiles,
un respirar que trepa la pared del paisaje,
con el grito mojado por esa historia sin tripulantes
el uso de una comunión disecada en el oído,
y otras palabras tan amadas por la sombra
No hablamos tanto con la voz,
solo los ojos se dejan perder en un lenguaje
con unos pasos que terminan por el parque
y las ganas de llorar, a los amantes que se van
y el próximo recuerdo del tiempo buscando a sus cadáveres,
todo se ha detenido
en esa última palabra que trazo a tu mejilla,
pobre con mi amanecer,
conversándote.
Marioantonio Rosa.© 2014
vestido en un mosaico leve de pájaros
cansado de los amarillos de la mañana,
vemos desde nuestra voz una saeta de sonidos
y nubes con nuevas soledades.
Hablamos,
no hay velocidad en el trasiego de las palabras
no hay un beso de abandono,
solo el celaje de tu voz contra mi voz
entre alborada, alfileres o frío,
y los ojos, despacio, se cruzan en lenta esgrima
buscando los desnudos que se han marchado
por esa quieta vorágine,
ha sucedido nuestra piel, ahora en agua de vigilia,
ha sucedido una nieve pequeña en nuestro reloj de arena
un periódico perdido con algo más que perfiles,
un respirar que trepa la pared del paisaje,
con el grito mojado por esa historia sin tripulantes
el uso de una comunión disecada en el oído,
y otras palabras tan amadas por la sombra
No hablamos tanto con la voz,
solo los ojos se dejan perder en un lenguaje
con unos pasos que terminan por el parque
y las ganas de llorar, a los amantes que se van
y el próximo recuerdo del tiempo buscando a sus cadáveres,
todo se ha detenido
en esa última palabra que trazo a tu mejilla,
pobre con mi amanecer,
conversándote.
Marioantonio Rosa.© 2014
miércoles, 7 de mayo de 2014
EL LUGAR DE LAS FOTOGRAFÍAS
Sala abierta,
hay una luz pequeña buscando su origen
y el sol hace su carrera de amarillos puros;
aún queda del aire su caída de Adviento,
y la sal,
las cenizas y la orilla del relámpago
hacen con el silencio una voz que respirar.
No sé que pasa con estos ojos,
que buscan el cuerpo anterior en esas escenas quietas
echadas al lente sin retorno, fijas como un salto a la presa
estos ojos son ese recuerdo ronco en su dorado
ese curso en la fotografía ebria por la memoria que no marcha
algunos días es el extranjero que puede vencer al tiempo
y decide abrazarlo en isla crepuscular, y la nostalgia,
vuelve a contar la pose, el manto familiar, las sonrisas,
de como Papá y Mamá eran estatuas libres,
y un esplendor sonámbulo acogía a sus huéspedes
en esa foto que los siglos no dejan al acoso.
En esta sala que ofician los mismos celajes,
me acerco al manjar cansado de las fotografías, y me recuerdo;
El Yunque, ese dios de las cortezas roto en hogueras de agua
la playa, las huellas en su nido de bocas y fósiles
la ira del paisaje tosco echado en llagas contra el Mar Caribe
Londres, Caracas, Jamaica, Los Angeles,o el oráculo macizo de Teotihuacán
y una y otra vez presas en su hablar extinguido
las fotografías, ya sangre y pueblo del alma,
enjutas, meridianas, grandes, unidas hacia el cuerpo.
Siempre digo que las salas son las masas del recuerdo,
porque como los recintos se recogen las palabras del mundo y de nosotros,
y siempre nos llega la fotografía: la invitación a no tener edad.
El momento, el segundo más perfecto del hombre,
recogido en los nervios de un cuadro digital, los rostros al calor,
y todo tiembla en su suave caída de magia,
aún después de muchas historias de lágrimas.
Marioantonio Rosa.© 2014
domingo, 4 de mayo de 2014
CON LAS MISMAS MANOS
La mañana está quieta
desolada, desnuda y magnífica
es húmeda la distancia de los pájaros
y el silencio niño, solo mira,
paso a paso las densas figuras del aire
y el maleficio de las hojas
y el insomnio blanco de los árboles.
He despertado bajo mis manos,
lejos de Dios, de los barcos nocturnos del sonido,
otro dios de agua ha lavado mi cara,
me sirvo un café todavía sorprendido de viajes,
de colores en hambre de carretera equivocada
no me he visto tan despierto antes,
quizá me amaba demasiado en otros forasteros
en otro rito envejecido por el alma
y ahora bajo el amor, los nombres rotos callan
nombres de soledad, de navajas desprendidas,
no sé, me gusta esta mañana sin título
y ese silencio jugando a las ánforas en todos los rincones,
para que yo no lo vea, él, solo quiere abrazarme,
jugar al escondite de los naipes,
y con mis manos creo conocerlo silencio
verdad y humo, a veces mujer lejana,
o esa sombra hermosa del río que va al mar,
repitiendo la cópula más antigua de las mareas,
si digo quietud, no miento,
basta verme como llego a todo ese paisaje
y me quedo a semejanza de mi alma,
escribiendo como ahora,
los últimos pedazos de cualquier inmensidad.
Marioantonio Rosa.© 2014
desolada, desnuda y magnífica
es húmeda la distancia de los pájaros
y el silencio niño, solo mira,
paso a paso las densas figuras del aire
y el maleficio de las hojas
y el insomnio blanco de los árboles.
He despertado bajo mis manos,
lejos de Dios, de los barcos nocturnos del sonido,
otro dios de agua ha lavado mi cara,
me sirvo un café todavía sorprendido de viajes,
de colores en hambre de carretera equivocada
no me he visto tan despierto antes,
quizá me amaba demasiado en otros forasteros
en otro rito envejecido por el alma
y ahora bajo el amor, los nombres rotos callan
nombres de soledad, de navajas desprendidas,
no sé, me gusta esta mañana sin título
y ese silencio jugando a las ánforas en todos los rincones,
para que yo no lo vea, él, solo quiere abrazarme,
jugar al escondite de los naipes,
y con mis manos creo conocerlo silencio
verdad y humo, a veces mujer lejana,
o esa sombra hermosa del río que va al mar,
repitiendo la cópula más antigua de las mareas,
si digo quietud, no miento,
basta verme como llego a todo ese paisaje
y me quedo a semejanza de mi alma,
escribiendo como ahora,
los últimos pedazos de cualquier inmensidad.
Marioantonio Rosa.© 2014
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