(contemplaciones a una lectura del Dalai Lama)
El estanque está abierto;
su amanecer se desprende de todos los amaneceres.
Queda quieto junto a un pequeño sol hecho de peces
y el ala extendida del silencio,
como un pájaro mirándose a su lejanía.
Me acerco con otro silencio;
rocas, andar descalzo por los sueños,
y la lenta geometría que muestra un cuerpo cansado
o el combate de palabras que a veces los poemas olvidan.
Me acerco, repito, con mi sombra,
contra ese gran silencio en esa agua partida de identidades,
esa agua de una sola estatua, mojada y sin mapas,
ese perfil, fácil de encontrar, disponible a la pregunta.
Asomo mi rostro, de hombre y soledad;
hace muchas noches pedí un deseo contra el abismo;
las vidas usadas que ya no tenían nombre,
la espada de la vida que no cortada los surcos.
Y ahí está, la respuesta.
Mi cara fundida al matiz del estanque;
no soy, seré, me busco, me amo y me abandono.
Soy yo traspasado por el idioma de los peces amarillos
la corriente diminuta, rasurada apenas por la brisa,
mi deseo esperado desde el abismo,
mi continuidad,
la que tiembla sorprendida en su superficie de horas,
la diferencia.
Marioantonio Rosa.© 2014
Me acerco con otro silencio;
rocas, andar descalzo por los sueños,
y la lenta geometría que muestra un cuerpo cansado
o el combate de palabras que a veces los poemas olvidan.
Me acerco, repito, con mi sombra,
contra ese gran silencio en esa agua partida de identidades,
esa agua de una sola estatua, mojada y sin mapas,
ese perfil, fácil de encontrar, disponible a la pregunta.
Asomo mi rostro, de hombre y soledad;
hace muchas noches pedí un deseo contra el abismo;
las vidas usadas que ya no tenían nombre,
la espada de la vida que no cortada los surcos.
Y ahí está, la respuesta.
Mi cara fundida al matiz del estanque;
no soy, seré, me busco, me amo y me abandono.
Soy yo traspasado por el idioma de los peces amarillos
la corriente diminuta, rasurada apenas por la brisa,
mi deseo esperado desde el abismo,
mi continuidad,
la que tiembla sorprendida en su superficie de horas,
la diferencia.
Marioantonio Rosa.© 2014
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