martes, 24 de marzo de 2015

ACÁMBARO


(








memorial de una vieja visita
en Acámbaro, Guanajuato, México)


Yo regreso a Acámbaro
con la luna en figurines de arcilla
el cerro ya tremendo en la antiguedad del sol
las salas del silencio volteadas al azul
y la tierra seca, con rostro de hombre herido.

El Lago de Santiago,
criatura mansa en un verde sin asaltos
sin manos, sin brazos, solo su espejo servido
y una ausencia de aire cuando la noche arrasa
con sus galeones hundidos en olor de sombras
o tal vez aplacados por "Chan"
la criatura de humos que cantan las ofrendas.

Atlántida en Acámbaro,
hay sandalias rotas de dioses extinguidos
figuritas que ya juntas hacen la imaginación
o pierden el idioma de las versiones
todo aquí se hace hermoso desde la aridez
como una narración llena de sed y personajes
o la soledad.

Marioantonio Rosa.© 2015

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