sábado, 26 de septiembre de 2015

EL MAPA ESCONDIDO


















(tercer ojo)

Hoy el mar
tiene un lomo de gaviotas fulgurando
su criatura de aire y soledad;
las huellas, son un pecho dormido
donde cubre su fuego el otoño
y el ceremonial de espuma está vacío

como estas letras que comienzan.

No hay mundo
solo estas huellas dispersadas como una arena
solo este relámpago abandonado
partido en rostros que se borraron amando
insisto, el mundo es una nada
por la esfera que disloca el hundimiento en la mirada.

Entro a mí;
lo hago con este sonido del mar enmascarado
con estatuas de algas y otras rendiciones
me confieso lector de esas gaviotas lejanas al signo
y cercanas a estas huellas que inundo
sobrevivo con la sed de esta imaginación
contemplado a mi sombra
donde caídas de la memoria se hacen las rutas
y sin heridas nuevas
un pez me va zarpando un hogar de silencio

y a pesar del título dormido a este poema
resplandece siempre desde mí

otra imagen que contar.

Marioantonio Rosa.© 2015

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