(Bodegón, acrílico por Carolina Carrilero)
Los bodegones tienen una mirada sin prisa,
un silencio, como de bosque detenido;
hay naturaleza perdida en todas sus edades,
y a veces el maleficio del silencio,
imposible
ahí está esa criatura de color,
bordeando, llenando su absoluto,
los cuerpos de la fruta, el bostezo de las vasijas,
ese aire prisionero a cada sombra diminuta,
y las crestas de la perspectiva,
celosas, leves, hijas de una nada.
Contemplo este poema perdido,
ese deseo nublándose en el tintero
y todo de pronto se parece a mi alma
en un puerto de resacas o simplemente dormida
todo, todo tiene eco de mar,
o el arco obsesivo,
de la pintura.
Marioantonio Rosa.© 2013
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