domingo, 13 de julio de 2014

MAR DE LA TRANQUILIDAD


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
(por un tema de Robert Schumann y Clara Schumann)

...y la luna


Me reclino desnudo en el Mar de La Tranquilidad
con este roto y humano oficio de luna que me extraña cuando estoy despierto
con esta sombra mía calcinada por tantos avisos.

Me gusta este océano seco y sin nombre,
tan cerca a mi ventana o al patio bello en estragos de hierba;
me respiro, en una plata extranjera a la voz del hombre.
Parece que me respira el alma ¡tan dormida! al clima del silencio,
donde no pueden retratarse los rostros, viaje de la oración;
es como ni siquiera estar vivo en esa fuerte cintura de luz.
Imagino que ese reclinar, entre ruptura y sueño, sucede en poetas imperfectos,
o sucede en el pescador inexplicable de los oscuros,
ya repetido en su solitario pájaro de redes, ¡alma! ¿dónde?
Mar sin sonido ni anillo de mareas, mar insomne, como nosotros,
vocablo de un náufrago que ama tanto su desaparición que se hace eterno,
me reclino, otra vez, muero en el amor de sus orillas, pienso,
no hay espacio, hasta esta desnudez que creía espejo de un tiempo
se difumina en aguas pequeñas que no desembocan, algo pasa en tierra,
yo solo sé, que hay astros silvestres y perdidos en edades,
y que el silencio que hace pasear a esta plata, me renace.

Lo amado es la cercanía,
esa sonata suelta y deshojada de estaciones,
y el alma viva, como otro cuerpo,

y yo, desconocido.

 

Marioantonio Rosa.© 2014

No hay comentarios:

Publicar un comentario