De azul incrédulo,
raíz quemada de niebla y ojos abiertos;
de azul como hablado en viejas mareas
hablado en ruido de salas vacías
eras tú, paloma o pregunta
eras tú,paloma de mi cuerpo.
Viajera y estatuaria como un acertijo
visitadora en un duro clima de desnudos
en órbita de soledad, de nadie y mía
déjame, paloma, abrir el mundo,
como una toronja ronca con el verano
al menos pisar la hierba de tus razas
las nubes pequeñas del plumero
el invisible fatigado de tu siesta
déjame acostumbrarme al abrir de las alas
bajo el sonido de monedas
que surcan una herida de locura
nombre que repito roto,
puño de sal donde la luz se tuerce desdoblada,
ahí estas a chasquido de colores
en belleza insegura, o plagio de Dios,
ahí te encuentro como encuentro mi cuerpo
zodiaco sediento del camino,
ahí se crepitan los fuegos que dan al alma
y funden el astro en la colina
o acaso, ¿era mi alma tu paloma?
¿era ese golpe de sal tu prójimo olvidado?
Mis manos te picotean,
cerca y lejos te haces agua de un río
nunca domado por los barcos,
cerca y lejos, de mi cuerpo
y nunca estás,
y nunca vuelas.
Marioantonio Rosa.© 2014
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