martes, 4 de marzo de 2014

POEMA DESVARÍO















(variación hacia un tema de Kalil Gibrán)

Magdalena tiene el cabello de muchas voces,
y su cuerpo reluce una playa abierta y solemne

pocas orillas hablan al sonido de la arena
cauterios de gaviotas en piedras han desfilado hacia sus ojos
se lucha imposible un durazno de agua

donde alguna vez desnuda, ha llorado.

Tantos dedos en su flor, tantos dedos en su insomnio,
caballos en enredaderas le atardecen su herida de amor
que no se ahoga, dios mio, que no se ahoga
va como un aire aturdido en la ciudadela,
buscando cualquier sudor que le moje los labios.

Y serena, abre sus muslos al recibo,
toda sed lacerada le va calmando el lecho, hay calaveras,
que a veces juntas son su muerte mas llorada,
o el cuerpo del hombre hermoso que no tiene
porque se le ha perdido con los ángeles.

Como papiro a navaja, la tarde deja caer sus rituales,
y el amarillo cobre, entra descalzo en las mamparas,
Magdalena, mis pies están cansados, quiero entrar en tu casa,
mirar el diván intacto, los pocos silencios y la jofaina,
mirarte un largo rato haciéndome a tu siglo,
y sentirte como esa inundación que va subiendo intrusa,

hasta dejarlo todo lleno, sin pedir.

María Magdalena, la siguiente,
soy el hombre sin sangre de tus negaciones

busca desde tu sombra la rota mirada del sueño,

y sígueme.


Marioantonio Rosa.© 2014

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