En la carretera un silencio
un arpa de hojas, alguien que se siente y solo es sombra;
esa lejanía desconocida sin transeúntes
esa voz de luz, indescriptible de todo.
El subir quebrado y perfilado de los robles secos
como el rostro de un patriarca dormido
la ausencia del agua, y lo que la imaginación duerme
como un corazón, a mapa de muchos ojos.
Miro al silencio,
toco el silencio y es el aire en panderos vivos
chasquea en los dedos sus auras nocturnas
se suben a la frente, no avisan su vacío,
oh la voz de la luz me va naciendo lejos
o tú, paisaje, en esa cortadura tibia de tu cercanía
vas abriendo artesanos surcos de ecos,
y nadie te ofrece, yo no te ofrezco, mis ojos se han ido,
contigo en otra noche sin encontrarnos,
alma y no sé qué cosa de tu desnudez, de tu valija,
donde siempre un eclipse guarda milagros
mientras voy en el auto, esta invasión solemne
se callando conmigo, todo es alma, en luces y desgarres,
o todo pudo pudo haber sido yo
lejos de la palabra.
Marioantonio Rosa.© 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario