(Contemplaciones al cuadro del mismo nombre del pintor
cubista checo Emil Filla)
cubista checo Emil Filla)
Quedaba quieto
inmune a los efectos especiales
a la corriente a veces disipada de la hiedra;
quedaba en siglos y en horas,
con ese deseado aumentativo que la noche avanza
en su brazalete de sauces perdidos.
inmune a los efectos especiales
a la corriente a veces disipada de la hiedra;
quedaba en siglos y en horas,
con ese deseado aumentativo que la noche avanza
en su brazalete de sauces perdidos.
Aprendía
a estar fatigado por las letras.
Buscaba
el sueño
y la silla decorada de silencio y miedo;
era un hombre solo, en esa corriente de hiedra;
le sucedía por dulzura el tránsito de la mariposa
y la espera, como decir el aire, sin cicatrices.
y la silla decorada de silencio y miedo;
era un hombre solo, en esa corriente de hiedra;
le sucedía por dulzura el tránsito de la mariposa
y la espera, como decir el aire, sin cicatrices.
Descansaba
de la memoria sin recordarse.
Al
fondo, la pared roja
dirías sangre, o rosa abierta, y la ventana,
de perfecto gris desnudo hacia el invierno
con los abetos en su pose de espada vencida
dirías sangre, o rosa abierta, y la ventana,
de perfecto gris desnudo hacia el invierno
con los abetos en su pose de espada vencida
y
más al fondo, el crucifijo,
vigilando
su cansancio y sus ojos cerrados.
¿Era
Dios?
Marioantonio Rosa.© 2015
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