( acercamiento a Blas de Otero)
No sé qué tengo cerca;
no sé que memoria alcanza para visitarte
pasar cerca de tus islas, con rituales de náufrago.
no sé que memoria alcanza para visitarte
pasar cerca de tus islas, con rituales de náufrago.
No sé donde te abandonas el desnudo
y echas la danza herida de tu zarza
y cuántas veces, descalzo, cerraba los ojos con miedo
porque amaneciendo desde tu frente
la luz partida en cacerías, era de los elegidos
y nunca tuve tiempo de arrepentirme, o solo callar
y echas la danza herida de tu zarza
y cuántas veces, descalzo, cerraba los ojos con miedo
porque amaneciendo desde tu frente
la luz partida en cacerías, era de los elegidos
y nunca tuve tiempo de arrepentirme, o solo callar
no sé,
este poema se escribe desde los escombros.
Nadie ha muerto
nadie quiso irse, y nadie espera el esperar
la mesa se ha llenado de invisibles
el tiempo de cada rincón es un anciano
que hace un círculo sobre la última voz
-tampoco recuerdo el rumbo-era una voz
donde un combate soleado y terso nos rendía
nadie quiso irse, y nadie espera el esperar
la mesa se ha llenado de invisibles
el tiempo de cada rincón es un anciano
que hace un círculo sobre la última voz
-tampoco recuerdo el rumbo-era una voz
donde un combate soleado y terso nos rendía
¿fue tan triste?
Sí, era cierto que hablabas con mi alma
y más cierto aun ese idioma que buscabas entre nudos
hiriendo esa geografía de pájaros atados a tu luz
más la costa, fría, mudando destrucciones de albas
y me convertí en esta sola letra de tus cercanías
y más cierto aun ese idioma que buscabas entre nudos
hiriendo esa geografía de pájaros atados a tu luz
más la costa, fría, mudando destrucciones de albas
y me convertí en esta sola letra de tus cercanías
de todo ello soy intérprete
Dios de los silencios
absoluto olvido.
Marioantonio Rosa.© 2015
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