esa voz,
sin una sal de luz, o un cuerpo imaginado
esa voz callada en barca de hojas,
tocándose sus costas poco a poco
esa voz de mi todo, desnuda,
ese lento ahogo transparente, para nacer conmigo,
y después vive cerca del fuego,
como la estancia de las islas contra el ojo
esta voz y nada, mi ser,
esa mansa herida de los tréboles
ya verde y en un borde de sol,
esa voz ya como soy,
caminando en la navaja de unas letras
cortándome si acaso hombre,
voz donde me despierto enamorado
fuerte por todos tus brazos,
y lejana,
inmensa otra vez, conmigo
Marioantonio Rosa.© 2013
sin una sal de luz, o un cuerpo imaginado
esa voz callada en barca de hojas,
tocándose sus costas poco a poco
esa voz de mi todo, desnuda,
ese lento ahogo transparente, para nacer conmigo,
y después vive cerca del fuego,
como la estancia de las islas contra el ojo
esta voz y nada, mi ser,
esa mansa herida de los tréboles
ya verde y en un borde de sol,
esa voz ya como soy,
caminando en la navaja de unas letras
cortándome si acaso hombre,
voz donde me despierto enamorado
fuerte por todos tus brazos,
y lejana,
inmensa otra vez, conmigo
Marioantonio Rosa.© 2013
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