MARIPOSAS AL VIDRIO

Es una de esas madrugadas,
donde sientes tus pasos con los árboles,
y no deseas dejarte humano,
más bien, de la grandeza misma te desnudas,
y pasas al tumulto silencioso
a ese esplendor entre herida y falda naranja
que el sol rasga corregido por los aires,
o una rotación que no conoces,
pero sabes que se visita en tu alcoba

hay silencio,
todo es un ala naciéndose en las cosas,
vas entrando en una casa abandonada,
pintada de frutas y pájaros, que es tu alma,
quieres demasiado este vuelco del sol
para al menos pisar tus propios cimientos
reconocer las paredes que te dibujaron,
las ventanas en luz indómita
la recámara donde se ahogaron tus dioses,
y el pico del tejado,
donde viejas sangres te aman y recuerdan,

poeta, lo que queda es el gran mosaico,
con un viejo libro de Czeslaw Milosz,
hablando con las hojarascas de Polonia
una carta de amor inconclusa,
quizá madurando la despedida con la lluvia,
otras vidas esperando en marea de ocasos
un mar que no usaste cuando estaba la tormenta

y un suave tejido de mariposas al vidrio
¿una voz? ¿tu otra parte rota y sin muerte?

va pasando el amanecer
te quedan las horas,

y la lejanía fresca,

que es tu alma.

Marioantonio Rosa.© 2013